sábado, 9 de octubre de 2010

7.5

Mis calificaciones en primaria eran la gloria. Digo eran porque ya no son las mismas. Dado a que estoy en tercero de secundaria ya varian y nunca se sabe como saldré. Bueno. Malo. Regular. El caso es que en primero de secundaria yo pensaba que la PUTA MADRE! hiba reprobar el año. Ñé, no lo hise. Me prometí a mi a mi mamá a mi papá y a todas las virgenes y los santos que el próximo año le hiba a echar ganas. Si todo empezó bien, pero ya que llegaron los primeros examenes mensuales y reprobé mate con 5.6, me valió un pinchi pepino y mejor deje de interesarme en esto y aquello. No hacía las tareas, no estudiaba, no hacía los valiosicímos proyectos de artes.. Y saben que? Nunca, nunca, ni en primer grado, me quedé a regularización. Una amiga que me decía "Tu pinche morra siempre te salvas, vas mal todo el año y como en Mayo te pones las pilas" era gracioso porque era cierto. Y ahora que estoy en tercero, la santa gloria! Es un milagro que no haya sacado ningún 7.5 en algún examen.

Mis oraciones fueron escuchadas.

Adiós marcianos.

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